Luis Emmanuel López acababa de recibir el disparo que le quitó la vida, ayer a las 16. La esquina de calles San Martín y Paso de los Andes todavía no se había rodeado de curiosos y policías. En la vereda yacía el cuerpo, al que habían cubierto con papeles. Dos o tres metros a la derecha, apoyado sobre un árbol, se encontraba el ministro Fiscal Edmundo Jiménez. El jefe de los fiscales, que se encontró con la víctima cuando viajaba de regreso a su casa, custodiaba la escena del crimen mientras se aproximaban lentamente los policías y peritos.

En ese momento, el móvil del crimen era un misterio y no había una versión firme de cómo se había producido el homicidio. Entre las personas que empezaron a aproximarse, ansiosas por conocer qué había pasado, estaba una pareja que había presenciado el trágico desenlace. 

La jovencita y su novio contaron que salían de la Maternidad cuando vieron a una mujer que lloraba y gritaba, en la vereda de enfrente. Todo indicaba, según dijeron, que esa persona había sido víctima de un robo. “En ese momento vimos una camioneta blanca, como esas de la Policía pero toda blanca. De ahí bajó un hombre, que estaba vestido como personal de seguridad, con un arma en la mano. El hombre se subió a un taxi que estaba adelante y comenzaron a perseguirlo al chico, que se escapaba corriendo; corría rapidísimo”, relató la testigo.

Curiosos ante semejante escena, los jóvenes subieron a su moto y avanzaron por detrás de la persecución. Según recordaron, el muchacho se sacó la remera y la tiró al piso mientras huía por el medio del parque Avellaneda, hacia el oeste. “El taxi se metió en contramano y, cuando llegaron a esta esquina (San Martín y Paso de los Andes) el hombre comenzó a hacer disparos. Nosotros escuchamos tres tiros”, precisaron.

La pareja agregó que López siguió corriendo después de recibir el balazo, pero que cayó sin vida 50 metros más adelante. En cuanto al taxi, se alejó a toda velocidad. Minutos después, pasaría por el lugar el jefe de los fiscales y se quedaría a custodiar la escena. También llegaría el fiscal de Instrucción Washington Navarro Dávila, quien quedó a cargo de la investigación. Navarro Dávila se mostró sorprendido ante la violencia que observó durante su turno, que comenzó hace 10 días, y remarcó que en ese lapso se produjeron cinco homicidios en la capital y alrededores.

Reconoció la autoría
Un hora después, se presentó un sargento de la Policía Federal en la seccional 7ª. Según confirmaron fuentes judiciales, se trata de Jorge Marcelo Carbonell, de 42 años, quien reconoció ser el autor del crimen de López, aunque recién hoy declarará ante Navarro Dávila. Además, el sargento entregó el arma reglamentaria con la que habría matado al supuesto ladrón.

Fuentes de la investigación dijeron que Carbonell les contó a los policías que circulaba en su camioneta junto a su hijo y su cuñado. Al llegar a la esquina de Lucas Córdoba y Mate de Luna, un delincuente le sacó la billetera del vehículo y salió corriendo por el parque Avellaneda. Ese delincuente sería López.

Otros testigos que aportaron sus testimonios le dijeron al fiscal que, al llegar a la esquina de San Martín y Paso de Los Andes, el policía bajó del taxi y dio la voz de alto. Pero López no habría acatado la orden y el Federal le disparó en la espalda. 

Las fuentes también señalaron que, cuando levantaron el cuerpo para trasladarlo a la Morgue Judicial, los peritos encontraron un cuchillo tipo “sierrita” entre las prendas de vestir del joven asesinado. López tenía 22 años y hasta ayer se desconocía si tenía antecedentes.